¿Hay colores de invierno y de verano? Según @habitissimo la respuesta es, sí y no. Nadie debería afirmar que, por norma, unos colores son de una o de otra estación, porque todos los colores son válidos siempre que a ti te gusten. No obstante, es cierto que algunos tonos nos encajan más o, dicho de otro modo, los relacionamos más con los meses de frío o de calor. Por ejemplo, en otoño e invierno las vitrinas se inundan de negro, gris, azul marino o colores cafés, mientras que en primavera y en verano se evidencia una explosión de colores más vivos y frescos. Lo mismo sucede con la decoración, aunque no cambies los muebles cada dos por tres. Dicho esto, ¡te presentamos algunos colores para decorar tu invierno!
El azul medio, ni claro ni oscuro
El Pantone Institute lo ha bautizado como Riverside Blue, y hace referencia a un tono de azul que no es ni celeste ni azul marino, sino que se mueve en una franja intermedia, aunque tirando más hacia el claro. Es un color que transmite calma y serenidad, pero no es tan suave como para verlo demasiado infanti. ¿Te gusta aplicado en estos muebles de cocina?
Gris como un tiburón
Con el título lo has visto claro, ¿verdad? Podríamos decir que se trata de un gris o plomo medio, tirando a oscuro, pero que tiene cierta luz. Como la piel de los tiburones. Al ser neutro, combina con cualquier color y puede convertirse en un gran aliado en la decoración de tu casa. Útil para los sillones y glamuroso e incluso misterioso como color para las paredes.
El clásico beige
Es el Warm Taupe de la colección Pantone 2016 o el beige ‘café con leche’ de toda la vida. Un color tan natural, clásico y neutro que combina bien con toda la paleta de colores. Es agradable y es una buena opción si quieres una decoración de estilo natural en la casa. Que tenga tanta presencia no es casualidad, este año ha habido una fuerte tendencia a honrar a la naturaleza desde el punto de vista decorativo.
Como el vino tinto
Otro clásico de los meses de frío es el color vino. Este es un color que dentro de su ‘seriedad’, rompe con los ‘aburridos’ y monótonos cafés y grises que vemos absolutamente todos los inviernos. Es cálido y glamuroso al mismo tiempo. Una apuesta ciertamente arriesgada para las paredes, ya que empequeñece y oscurece el ambiente, pero no por eso es menos interesante. Más fácil de aplicar en textiles o en el sofá.
Dusty Pink
Así, en inglés, suena mejor que decir ‘rosa polvo’, ¿verdad? Pero su traducción al español nos esclarece a qué tono de color se refiere exactamente: se trata de un rosado pastel, como si tuviera una capa de polvo encima. Una buena opción para aquellas personas a las que les gusta el rosado, pero que quieren huir de tonos infantiles o demasiado dulces.
La gama de los lilas medios y oscuros
La paleta de tonalidades del color lila es muy amplia. Va desde lo más suave y dulce, al más oscuro, que transmite elegancia y cierto misterio. Los tonos medios y oscuros son aquellos que más encajan con la decoración de invierno, ya que transmiten más calidez que los claros. No es descabellado pintar alguna pared para darle carisma, eso sí, procura que la estancia tenga mucha luz natural. Probar con la técnica del Dip Dye también es una excelente idea para practicar con el lila.
Amarillo Mostaza
El amarillo mostaza es otro clásico de los colores que más se llevan en el período otoño-invierno. Menos mal que entre la oscuridad hay una opción más luminosa y alegre, aunque tenga ese matiz más apagado que un amarillo de verano. Es genial para aplicarlo en piezas de mobiliario como sillas, mesas, cómodas, pisos, etc. Observa tu salón y anímate a pintar de color mostaza algún mueble que tengas que se vea aburrido.
Verde esmeralda
El verde esmeralda, en sus tonos más oscuros es otra alternativa de color para este invierno, fresco y cálido a la vez. Básicamente nos recuerda a la naturaleza en estado puro y por eso, transmite una energía muy positiva. Incorpóralo a la decoración de tu casa a través de la ropa de cama, en el sillón o en algún mueble auxiliar.
¡Mira las fotos a continuación!
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